Desde pequeñas las personas han
vivido con este complejo de inferioridad, esto se ve reflejado en la familia
cuando la mamá le dice a su hijo algo “no me discuta que yo soy su autoridad” o
en el colegio cuando un profesor dice “el que estudio fui yo, así que tome
asiento y no contienda mis decisiones “pero todos nos revelamos y ¡echamos tres
gritos al aire!, cuando este tipo de expresiones tan imperativas las utiliza
una figura pública algo así como un funcionario del estado que como todos opinamos
ante un escándalo de cualquier índole donde se vean envueltos este tipo de
personajes “¡jum! Debería dar ejemplo”
Eduardo Merlano es un senador de la república inscrito al partido de Unión nacional más conocido como partido de la
U que estuvo involucrado es un caso algo bochornoso por los días del mes de
mayo en el norte de Barranquilla; lo que paso solo lo saben exactamente el
caballero senador de la república Merlano y los policías que también están
envueltos en este hecho.
Lo que salió a la luz pública fue que Merlano
se negó a realizarse una prueba de alcoholemia que le iban a realizar estos
policías que al parecer no portaba los documentos necesarios para conducir un automóvil, los argumentos de
este funcionario para negarse a esta prueba fueron que a los senadores no se
les realiza esta prueba y utilizo unas palabras algo despóticas, dijo: "Cincuenta mil votos, ¿cincuenta mil
personas votaron por mí y ustedes me van a venir a faltar el respeto?".
Hechos que no dejan muy bien a la autoridad colombiana quizás porque es muy
cierto que este tipo de personajes deberían guardar compostura en todo momento;
eso de que “estoy en mi descanso” no es un testimonio valido en ningún momento
ya que si se castiga a un ciudadano común por dicho comportamiento él también
debe de ser acusado, pero en lo que deberíamos pensar y compartir es que tiene
que ser acusado y juzgado con más ímpetu porque pertenece a una de las ramas con
más poder en el país. No se nos puede olvidar que años atrás nuestras madres,
nuestros profesores, nuestros amigos en algún momento tuvieron este tipo de
comportamiento entonces ¿por qué castigar más a una persona teniendo en cuentan
su posición? Los humanos estamos propensos cometer errores y así como a una
madre se le queman las “tajadas” y a un profesor se le olvida una formula, un
funcionario se puede equivocar pero por tener una posición privilegiada no
quiere decir que este personaje esta en todo su derecho de hacer este tipo de
cosas, solo que se debería pensar más en educar y no tanto en castigar.
No se
debe juzgar a un hombre sin ponernos a prueba. Cuando un ciudadano se enoja y
se riega a decir cosas y tiene una escena parecida ¿por qué un funcionario lo
castiga?, más cuando lo hace él no pasa nada, un funcionario no deja de ser un
ciudadano.
SANTIAGO
GÓMEZ MONTOYA.
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