Cuando tenía pocos años de edad mi vida se movida en son de una pelota
de fútbol porque mi sueño era ser el mejor jugador de fútbol y darle alegrías a
mi país y lograr que mi gente coreara mi nombre con una nota producida por unos
redoblantes, pero desafortunadamente este sueño no se me cumplió aun así mi
familia había pensado un “plan b” para mí; la escuela, “mi mamá me mima” “´mi
mamá me ama” fueron las oraciones que repetí por varios años uno por uno es
igual a uno las ecuaciones que por tiempos me hicieron sentir el matemático mas
respetado en todo el mundo, cada vez las cosas se iban complicando mas logrando
completar misiones como tercer grado (quizás el grado más difícil en toda mi
educación básica) cuarto grado, y quinto grado donde recibía mi primer “cartón”
y mi primer logro; muy contento porque ya me creía en la capacidad de ser un
gran doctor, ingeniero y/o abogado resulta que el plan que me había dado mi
familia no terminada ahí faltaba la época más difícil en la vida de cualquier
ser humano el bachillerato y con esta mis cambios hormonales e intelectuales.
Mis primeros años sexto y séptimo los puedo definir como un preámbulo a la
consolidación de una mente responsable y capaz de tomar cualquier tipo de
decisiones en pro de mi bienestar, luego me quedaban octavo y noveno grado
donde pasaba de solo pensar en un juego a pensar en un libro, el ciclo de la
vida me trajo mi primer amor que fue un impulso mas para estudiar para formar
una familia con la persona que pensé que estaría junto a mi toda mi vida, el
problema es que se me estaban olvidando mis deberes porque pasaba de escribir
mi tarea a encerrar en corazones el nombre de mi amada pero resulta que no
contaba con que todo ese amor se acabaría, fue quizás la crisis existencial más
grande que tuve en mi adolescencia; no contaba con que este fuera uno de los
traspiés más grande que tendría en mi educación, fue tanto así que falto muy
poco para reprobar el año pero gracias a mi buen desempeño antes de este gran
capítulo de mi vida pude continuar sin problema mi camino hacia el sueño de mi
vida. Decimo y once quizás los grados más bonitos y fructíferos que puede vivir
un estudiante todo se encierra en una gran novela en la que se puede encontrar
todos los sentimientos y todas las experiencias que cualquier humano puede
vivir: rabia, amor, celos, rencor, llanto, felicidad, juegos, peleas, besos,
bailes, risas, risas y más risas… además de recoger conocimientos y cosechar lo
que en un futuro recogeré con dignidad, nostalgia y alegría.
Aun mi sueño de vida está en construcción
pero en manos de mis mejores arquitectos que se llaman amor y conocimiento
claro que tengo muy presente que en la elaboración de este necesitare la ayuda
de especialistas como entrega, dedicación, sufrimiento, humildad, etc. Pero
estoy confiado en que mi sueño de vida como el de muchas otras personas será
viable y un ejemplo a seguir para mis amigos "primíparos" de la vida y con
alegría les enseñare a que el conocimiento es lo único que no se acabara en el
camino de cualquier soñador. Me despido recordando que sigo en mi proyecto aun
falta unos cuantos pisos uno de ellos Universidad que es mi próximo destino,
espero contarles pronto que tal fue y que tal quedo mi camino por este apreciado
horizonte…
Santiago Gómez Montoya
Santi suerte con tu proyecto de vida :)
ResponderEliminarMuy bonito Santi!<3
ResponderEliminarSanti te quiero mucho muy lindo
ResponderEliminar